Plasma Rico en Plaquetas (PRP)

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es un elemento biológico autólogo, es decir, que tiene como fuente el propio cuerpo humano. En concreto se extrae de la sangre propia del paciente por lo que no tiene riesgo de rechazo alguno. La extracción posteriormente se somete a procesos mecánicos como una centrifugación para separar los distintos componentes que tenemos en la sangre, así se extrae la fracción que nos interesa, que es el plasma rico en factores de crecimiento que intervienen en la coagulación y que ayudan a regenerar muchas partes de nuestro cuerpo.

¿Para qué se emplea el Plasma Rico en Plaquetas (PRP)?

Este tipo de terapias tienen 2 tipos de usos médicos principales:

•  Tratamientos con fines curativos, paliativos o atenuante.

•  Tratamientos con fines estéticos.

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) se emplea principalmente para reparar tejidos lesionados relacionados con los músculos y articulaciones, y dentro de estás los ligamentos y tendones. Estimula la regeneración de zonas locales dañadas como cicatrización de heridas, curación de quemaduras e incluso en fisuras anales con resultados muy favorables y positivos para el paciente.

Empleado con fines estéticos el  PRP tiene efectos directos en la piel, a la que le confiere mayor elasticidad, hidratación y brillantez, reduce las arrugas y las líneas de expresión, retrasando los efectos del envejecimiento sobre ella. Estas ventajas han hecho que en los últimos años la medicina estética incluya en sus terapias este tratamiento.

En nuestra clínica aplicamos el PRP ozonizado, esta técnica novedosa combina los factores de crecimiento presente en la sangre del propio paciente con ozono, logrando que los resultados aumenten en efectividad y duración. El ozono, al tener una extraordinaria capacidad antioxidante, estimula la desintoxicación y ayuda a oxigenar el tejido.